Carmen Jones (1954, Otto Preminger): una historia envuelta en misogynoir, progreso y tragedia

Reseña y extenso análisis del musical dirigido por Otto Preminger. Con Dorothy Dandridge, Harry Belafonte, Olga James, Pearl Bailey y Joe Adams. Puntuación: 8,50/10.

Carmen Jones (1954, Otto Preminger): una historia envuelta en misogynoir, progreso y tragedia

Reparto: Harry Belafonte, Dorothy Dandridge, Olga James, Pearl Bailey y Joe Adams
Género: Musical
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Dorothy Dandridge no es un nombre que suene conocido para la mayoría de las personas cuando se habla del Hollywood clásico. Pero se trata de una de las primeras actrices negras en tal industria, que pese a lo frenética y errática que fue su carrera, su legado es indiscutible desde entonces.

Es recordada principalmente por su papel protagónico (junto a Harry Belafonte) en el polémico, histórico e inusual largometraje con un elenco completamente negro 'Carmen Jones' (Otto Preminger, 1954).

A casi 70 años del estreno de esta cinta, se hace interesante analizar su contexto, historia e influencia a propósito de las preocupaciones actuales del feminismo y la importancia de la inclusión.

Carmen, la femme fatale por excelencia

'Carmen Jones' es una adaptación musical de una obra de teatro de mismo nombre estrenada en 1943, compuesta y escrita por Oscar Hammerstein II. Basada a su vez en la novela de Prosper Mérimée llamada 'Carmen' y la célebre ópera de Georges Bizet basada en ésta.

El director Otto Preminger vio en esta obra de teatro de Broadway un gran margen de mejora, por lo que fue por las fuentes y retiró todo el jazz de Hammerstein II, aunque le permitió participar en el filme con las mismas letras del espectáculo teatral.

Sea como fuere, ni 'Carmen Jones' ni 'Carmen' —la novela de Mérimée— es tan ubicada por el gran público como es la música del francés Georges Bizet, la cual salvo que vivas debajo de las piedras es seguro que hayas escuchado alguna vez, así sea alguno de sus actos e inclusive sin saberlo.

La historia de desarrollo de esta ópera merece un artículo aparte, pero mientras, volvamos a la película.

Así, el romance entre gitanos de Sevilla, España, se traslada a los cuarteles afroamericanos de Louisiana en Estados Unidos durante la segunda guerra mundial.

Carmen es una femme fatale, egoísta, traviesa y “habituada a dominar a los hombres”. Conoce a Joe (Belafonte), un servil e inocente cabo a punto de casarse con su novia de toda la vida, y viéndole que es indiferente a su atractivo, ela lo seduce. Más o menos esta es la trama.

Ningún productor hollywoodense quiso financiar el filme, citando el riesgo de que fuera un fracaso en taquilla y levantase la ira de espectadores sureños.

Al final, Preminger tuvo el apoyo financiero y de distribución de la Fox como productor independiente, y se volvió un éxito rotundo para el público de cualquier color, a sólo unos cuantos años que estallara el movimiento por los derechos civiles.

¿Es una gran película?

Sí. Empecemos por lo mejor.

'Carmen Jones' es una de las mejores adaptaciones de la novela y la ópera Carmen, presenta números musicales más que consistentes e interesantes.

Dandridge es espectacular como la montadora de paracaídas llamada Carmen.

Es ella, la irreverente Jones, la absoluta protagonista del filme, la responsable de hacerlo memorable. La música de Bizet está como la gloria, por motivos obvios. La fotografía a cargo de Sam Leavitt es destacable y el mítico Saul Bass también hace lo suyo como diseñador de los créditos.

Olga James como Cindy Lou, la novia de Joe. Su personaje parece tener 12 años. Raro.

Pero aparte de Joe y Carmen, intervienen otros personajes con actuaciones limitadas por el estereotipo racial.

Los escenarios y el vestuario son muy falsos, la historia es entre poco creíble a aséptica, y, ante todo, a través de su historia y el contexto detrás, ofrece un testimonio involuntario del racismo y la misoginia tan naturalizada de la época. Esto último no marcha la calidad del filme, pero sin duda lo hace envejecer peor.

Las voces de canto de Dandridge y Belafonte fueron dobladas, ambos eran cantantes pero no tenían voces “acordes” a una ópera. El resultado es mixto, y aunque Dandridge es convincente, Belafonte no es tan creíble.

Al mismo tiempo, 'Carmen Jones' fue un hito sociocultural para dar con un cine estadounidense más inclusivo.

Al fin y al cabo, presentaba desde protagonistas a extras racializados, en un contexto cinematográfico donde desde los años veinte era común recortar las escenas con extras negros en las películas de Hollywood, sólo para no molestar a la audiencia blanca, sobre todo del sur estadounidense.

Contexto histórico: Una inclusión racial torpe e igualmente importante

Esto dio el estrellato definitivo a Dorothy Dandridge y Harry Belafonte avanzaría en una carrera actoral corta pero intensa, siendo uno de los pocos artistas de color en toda la industria norteamericana, sólo por detrás de su mejor amigo y también actor Sidney Poitier.

Como Poitier con los actores negros venideros, Dandridge influyó para toda nueva generación de actrices negras como Pam Grier, Angela Bassett, Jada Pinkett Smith y Halle Berry.

Están en deuda especialmente las mulatas porque Dandridge les creó el camino, como bien explica David Pilgrim, fundador del Jim Crow Museum. El personaje como tal, Carmen, también ha servido de referencia para los posteriores papeles sexis e irreverentes de todas estas actrices.

Esta actriz y cantante era (casi) la única negra en el Hollywood del 50, y fue la primera afroamericana en recibir una nominación al Oscar como actriz principal, precisamente gracias a 'Carmen Jones'. No ganó, pero en 2002 Halle Berry se convirtió en la primera y única mujer negra en ganar este Oscar gracias a ‘Monster’s Ball’, premio que dedicó en honor a Dandridge.

Las películas con un elenco completamente negro, pero hechas por cineastas blancos con un trasfondo racista no eran algo nuevo. En pleno auge del cine sonoro pre-code en 1929, el cineasta King Vidor dirigió el musical 'Hallelujah' y meses antes fue estrenada 'Hearts in Dixie', a modo de "celebración" de la cultura afroamericana.

La fantasía blanca dentro de estos filmes estaba en que no hubiera ni un solo personaje blanco, porque así se evitaba mostrar la segregación construida por la población racista, y se naturalizaba la idea de que las razas debían estar separadas.

Al margen de Hollywood, se construyó un cine totalmente hecho por personas racializadas, sin embargo, apenas sobreviven metrajes de este periodo.

Como bien esclarece la activista antirracista Desirée Bela-Lobedde: "La diversidad étnica en un entorno determinado no garantiza automáticamente la eliminación del racismo".

Y tal constante se evidencia en Carmen Jones, un producto en su momento analizado por el escritor James Balwin, quien enfatizó la falsedad general del largometraje.

Cuando el racismo debilita el arte

Es el racismo lo que mancha el legado de este musical porque pudo haber sido mejor en su guión.

Les personajes son estereotipos vivientes: el hombre negro es violento e incluso un peligro para las negras y las mujeres negras, asimismo, son interesadas, caprichosas e hipersexis.

También es llamativo que los protagonistas son mulatos, mientras que los personajes secundarios y más inmorales son de una piel más oscura.

Casi todo el filme se desarrolla en un ambiente de criminalidad, mostrada a través de la violencia de Joe y la "infidelidad promiscua" de Carmen y su amiga, algo que corresponde al estereotipo de la Jezebel negra, construido desde la época colonial y transmitido hasta hoy a través del cine y, en gran medida, del porno mainstream.

Que la novela de Mérimée haya sido adaptada a un contexto afro es un movimiento predecible del racismo norteamericano.

Con facilidad, Carmen, la gitana ávida de sexo, puede reimaginarse como una negra de atractivo "exótico".

La estrella del teatro Pearl Bailey como Frankie, la mejor amiga de Carmen.

James Baldwin destacó cuán importante fue Carmen Jones, y aunque hoy podríamos juzgarla por sus evidentes fallas, era de lo más ¿progresista? que podía permitirse Hollywood en tal década.

Existe la leyenda de que Preminger despidió a uno de sus colaboradores con anterioridad porque era racista, y, de hecho, la filmografía del director, con clásicos como 'Laura' (1944) o 'Anatomy of a Murder' (1959), fue varias veces censurada o atacada por sus críticas a la extrema derecha.

Fun fact: En paralelo, se estrenó 'La sal de la tierra', una cinta independiente creada por cineastas en la lista negra (por "comunistas") y que contaba la historia de una huelga liderada por mujeres mexicanas de color. Aún más irónico es que… ¡Preminger fue clave para acabar con tal lista!

Hipocresía blanca y patriarcal: La terrible vida de Dorothy Dandridge en Hollywood

Fuera de las cámaras, Dorothy iniciaría un intenso amorío con Otto Preminger, quien aparte de blanco, era casado.

Los estudios mantuvieron en secreto la aventura "imperdonable" por ser un romance interracial en un contexto de infidelidad.

Preminger es en parte responsable de la lenta decadencia actoral y psicológica de Lambridge. Como su consejero, la convenció de no aceptar papeles salvo que fueran protagónicos, lo que debilitó aún más las posibilidades de la actriz.

Ella apenas recibió papeles, y los pocos disponibles eran pequeños y enfrascados en clichés racistas y/o como víctima del racismo. En 1959, protagonizó 'Porgy and Bess' otro musical 100 % negro dirigido por Preminger, coprotoganizado por Poitier, ya que esta vez Belafonte rechazó el papel por lo racista de la historia.

Mientras, se embarazó del director, los estudios la obligaron a abortar y se separaron. Y tras ello, su carrera se estancó definitivamente.

Consumida ya entre deudas, estafas, problemas legales y mentales, el 8 de septiembre de 1965 fue encontrada muerta con una sobredosis de antidepresivos a sus 42 años. Presumiblemente, un suicidio.

Es muchísimo lo que Dorothy Dandridge pudo haber logrado en un contexto con menos misogynoir, pero demostró un poderío actoral sin precedentes pese a lo limitados que fueran los papeles que le dieran.

Nos dio una de las mejores Carmen del cine, y fue pionera al enfrentarse a un sistema tan blanco y patriarcal como Hollywood.

Hasta el día de hoy, las actrices negras siguen siendo poco valoradas y encasilladas como "bombones sexuales" o, por el contrario, como enojonas y víctimas marcadas por el racismo.

Curiosidades

Pero, bueno, antes de seguir con el testamento, un par de datos curiosos:

  • En 1999, Halle Barry protagonizó un largometraje para la HBO llamado 'Introducing Dorothy Dandridge', un sólido biopic de la mencionada artista, y con una actuación multipremiada de Barry.
  • Inicialmente Dandridge no fue aceptada para el papel de Carmen porque Preminger no la podía imaginar como una femme-fatale. En su lugar, le ofreció el papel de Cindy. Con anterioridad, ella protagonizó junto a un debutante Belafonte Bright Road, donde ella es una maestra correcta e ingenua. Preminger fue convencido cuando la actriz le volvió a visitar con el vestido y el tono que exigía el personaje.
  • La mezzo-soprano Marilyn Horne dobla a Dandridge en la película e imita su timbre de voz para disimular el doblaje. Marilyn es una de las cantantes de ópera más exitosas de Estados Unidos desde entonces y aunque su carrera no despegó gracias a Carmen, fue sustancial para su posterior fama y reconocimiento. Tiempo después, ella misma interpretó a Carmen en una ópera recibida tibiamente por el público y la crítica.
  • Quien dobló a Belafonte no tuvo la misma suerte: LeVern Hutcherson era un hombre negro mayor, falleció en 1969 a sus 64 años por causas no reveladas. Era, sin embargo, reconocido entre la industria local del teatro musical.

Carmen no es la mala ni nunca lo fue: Es una luchadora (spoiler del final)

Bueno, el final de Carmen es como el de Jesús... Demasiado conocido. Pero por si acaso, lo aviso.

Recientemente se ha reivindicado a Carmen en todas sus adaptaciones. Pues ella representa los anhelos de una mujer que es libre y odia las ataduras patriarcales.

Carmen Jones es retratada como una femme fatale que hoy podemos  ver no tanto como villana sino una heroína: Pese a algunas actitudes erráticas, todo lo que desea Carmen es no estar atada a ningún hombre. Poco más.

De hecho, lo dice literalmente. Es consciente de su sensualidad y la usa a su favor, pese a que los hombres la quieren doblegar como si su cuerpo les perteneciera.

No es no, y son estas mismas actitudes de rebelión y libertad las que las hace ver como una “zorra egoísta”.

Ella es una personaje creada desde el lente de los hombres para formar una caricatura conveniente sobre las mujeres que no son sumisas. Literalmente, Dorothy/Carmen canta esto cerca del final:

—La pasamos bien, ¿no es así? Pero se acabó
—¿Qué hago con mis recuerdos? No hay mar donde pueda ahogarlos
Las pequeñas cosas que nos hacían reír, todas esas cosas que dijimos e hicimos son parte tuyas y mías.
—Joe, estás poniéndote difícil. (...) Sí, son tuyas y mías. ¿Por qué no quieres comprenderlo? No, no, ¡no! Lo que pasó, pasó ¡se acabó!

Minutos después, es ahorcada hasta la muerte por Joe. Y él canta: ¡Cuélguenme en un árbol bien alto para reunirme con mi amada, mi Carmen, mi amor!

Por qué debemos amar a Carmen y ser conscientes de su historia

Carmen es la "villana" por acostarse con quien desee sin compromiso, y como desde la lógica cristiana y romántica esto es perverso, es justo matarla. En la película se le ve como una propiedad, no como una persona.

Vemos a través de la ficción la romantización del feminicidio, donde el victimario es retratado como la víctima y la víctima real es juzgada como una criminal.

Ella es una entre miles de otras mujeres retratadas con este tópico en obras de todo tipo. Porque sí, este es el final en la novela y la ópera: el asesinato de la gitana. Carmen sólo quería ser libre. No es asesinada por un "crimen pasional" sino como consecuencia del visceral machismo de su contexto.

Nadie exige progresismo a una historia escrita en 1845. Pero resulta llamativo que, tras tantísimo tiempo, apenas se cuestionara sus tópicos.

Es el típico cuento sobre una mujer que "pervierte" a un hombre sano y recibe un merecido castigo por "zorra". Es una historia que se desarrolla, asimismo, en un cliché de la comunidad gitana como criminal y maliciosa. En España la población gitana también ha sido menospreciada con burla y segregación.

En retrospectiva, entristece el número musical donde Carmen descubre su destino (la muerte), porque la letra es como si fuera un vaticinio de la decadencia venidera de la propia Dandridge. De un sórdido destino impuesto por el racismo.

La veo, muy claramente
La muerte alarga su garra sobre mí
Es inútil intentar huir si va detrás tuyo
Lo mejor es esperarla y mirarla a la cara cuando te observa
Debes estar preparada para irte con ella
¡No importa a qué hora!
Mis ojos no se llenarán con lágrimas saladas
Porque no me queda más tiempo
Aprovecharé cada segundo que me quede antes de caer
Voy a reír y cantar hasta mi último aliento, hasta caer
¡Cuando vuele por ahí
Volaré hasta lo más alto!
¡Voy a disfrutar hasta el día de mi muerte!

Pensamiento crítico con lo que nos rodea


Sí, está fuera de toda duda que la ópera de Bizet es de las más emblemáticas, visionarias e influyentes de todos los tiempos.

Obra maestra universal e indiscutible. Una ópera que en su momento fue, de hecho, progresista, si se puede decir así. Pero eso ya es otra historia.

No podemos cambiar lo que opinaba este señor. Ni Mérimée. Ni Preminger. Ni los contextos de sus épocas.

Lo que sí podemos cambiar son nuestras perspectivas y lecturas de todas estas obras artísticas, que podemos disfrutar bastante al tiempo que estamos conscientes de cómo a través de la cultura se retroalimenta un status quo tan corrupto.

Este pensamiento crítico con lo que nos rodea es lo que nos posibilita las conversaciones incómodas, pero muy necesarias, sobre racismo, misoginia u otras pestes sociales.

Y así, sólo así, se combatirán.

Lo mejor: Excelente banda sonora, buena fotografía y grandes actuaciones principales.
Lo peor: Desarrollo regular.
Puntuación: 8,50/10.