F***k u!

Aprovecho una pequeña escena de la película Duck You, Sucker! (1971, Sergio Leone) para explicar por qué nadie es inocente. Que te jodan no quita que también jodas.

F***k u!
Los dos antihéroes protagonistas de Duck You, Sucker! Fuente.

Duck, You Sucker!

Así se llama el largometraje de western revisionista que el cineasta Sergio Leone estrenó en un lejano 1971. Tan recomendable como cualquiera de sus largometrajes —inclusive su debut con un péplum—; esta vez desarrollándose la historia en un distante oeste agitado por la revolución mexicana de 1910.

Pero no voy a reseñar esta película sino que me detendré a analizar sus primeros minutos porque dan para sacar temas muy jugosos.

Básicamente y resumiéndolo sin destripar, se nos presenta el siguiente escenario:

Un mexicano detiene un carruaje de clase burguesa para no tener que caminar más.

En cuanto entra es recibido con asco y recelo por las personas de clase pudiente, que se burlan de su aspecto descuidado. Se presenta un montaje FA-BU-LO-SO de primerísimos planos de los rostros de cada quien: los ojos de una mujer que dice que los mexicanos son animales depravados, las bocas de sus compañeros comiendo mientras dicen que los negros son un lastre; al tanto que el mexica observa con neutralidad y complicidad ese comportamiento.

Uno de los ricos afirma que él probablemente ni sepa hablar ni a dónde va y ni debe conocer a su padre, a lo que éste responde afirmativamente con la cabeza.

Al final resulta ser que el mexicano es un forajido y sus hijos le estaban esperando para robar el carruaje. Todo estaba perfectamente planeado. Subirse, hacerse el tonto. Era parte del chiste.

Tras esto les da su merecido a los riquetes pero (y atención porque ésta es la parte importante para mi punto) sucede esto: su castigo para la mujer que le estaba despreciando es violarla.

La humilla, la aterra y finalmente lo hace.

Un asco.

Se pueden sacar varias lecturas de esto.

Por un lado, para el propósito del metraje, sirve para introducirnos al personaje como un antihéroe: es carismático e inmoral.

Por otro, pudiéramos verlo como un ejemplo de la cultura de la violación. ¿Por qué? El acto no supone ninguna consecuencia para el personaje ni es condenado por nadie. Simplemente no importa. Y sin duda aquello pudo haber sido una realidad frecuente para tales días, aunque una dinámica similar la tenemos aún hoy. La escena presenta la violación, además, con un toque de simpatía: lo que hace no es para tanto, es incluso "divertido".

Para analizar la relación entre cultura y la validación de horrores así da para mucho y no quiero discutir eso aquí.

Quedémonos que con esto Leone nos introduce una sensación agridulce que reafirma lo que es el personaje: un antihéroe. No es un bueno contra un malo, es, de hecho, un tipo carismático e inmoral a niveles más o menos iguales contra otras ratas carismáticas.

Finalmente, la lección que quiero destacar de esto es:

Que te jodan no quita que también puedas joder.

El poder de las interseccionalidades y privilegios se traduce en idiosincrasias como estas. Hay quien cree que por ser gay se le quita lo transfóbico y por tanto puede soltar la estupidez más grande sin sufrir consecuencias.

Hay quien cree que por ser mujer blanca y europea cree que va a conocer las dificultades que pasa una mujer negra del tercer mundo. Ni yo podría saberlo.

No funciona así.

Tomando de ejemplo la película:

Es asqueante el clasismo y racismo que muestra la sociedad burguesa donde, claramente, la víctima es la población mexicana y/o racializada.

Pero esto no quita que ese sector oprimido, a su vez, oprima a otro, aunque en menor medida o en otra forma. El obrero mexicano, padre y esposo, es perfectamente un privilegiado en comparación a su pareja que es mujer cis o su hija trans.

Que quede claro esto.

Lo trans no quita lo homófobo.
Lo pobre no quita lo clasista.
Lo asiático no quita lo racista.
Y ni ser mujer quita la misoginia.


Nada garantiza nada.
Todes podemos ser víctimas y plastas.
Al mismo tiempo. En distintos niveles.

Que te jodan no quita que también puedas joder.

Hay que recordar esto cada cierto tiempo. Es infalible. Ley universal.

Y si no quieres crecer y desaprender, el titular va para ti.

No falla.