Farha (2021, Darin J. Sallam): El horror de la Nakba a través de los ojos de una niña palestina

Largometraje de drama dirigido por Darin J. Sallam. Con Karam Taher, Ashraf Barhom, Ali Suliman y Abu Walid. Puntuación: 7,00.

Farha (2021, Darin J. Sallam): El horror de la Nakba a través de los ojos de una niña palestina

Género: Thriller/Drama
Reparto: Karam Taher, Ashraf Barhom, Ali Suliman y Abu Walid
Disponibilidad: Netflix
Ficha completa en IMDb
Sinopsis: Una niña palestina ve truncado su sueño de estudiar por culpa de una masacre perpetrada por milicias sionistas.

Farha’ es el debut de la directora jordana Darin J. Sallam, una de las primeras películas de ficción sobre la Nakba, y ni siquiera de una forma del todo directa.

La trama, inspirada en hechos reales, trata sobre la niña homónima del título, que con catorce años no quiere casarse y su padre, gobernador progresista de un pueblo palestino, acepta su decisión y le permitirá estudiar, un escenario poco frecuente en una sociedad agresivamente patriarcal.

Los primeros veinte minutos de la película son una introducción sincera, simple y sutil del contexto histórico: las tropas británicas estaban retirándose, hay un ambiente de calma tensa y el padre de Farha teme un ataque de los sionistas. En esta parte se retrata a Farha como una niña dulce, terca, vívida y entusiasta; se visualiza que, a pesar de todo, Palestina estaba en relativa paz.

Pero no por demasiado tiempo.

Porque llegan los sionistas, quienes obligan al pueblo a huir y empiezan a asesinar a quienes permanecen en el pueblo. Por lo que el padre de Farha la encierra en la habitación de alimentos de su casa y promete buscarla cuando finalice el ataque.

A partir de ahí, contar más sería spoiler. Pero casi hasta el final de la cinta todo lo que se ve es la supervivencia de la niña en tal cuarto y cómo atestigua en silencio algunas atrocidades.

Crítica

Para ser clara, ‘Farha’ es una película de bajo presupuesto que se construye con lo sugerente: no muestra la violencia, la sugiere, y aún así, se siente directa y chocante.  Eso es especialmente meritorio tratándose del debut de su directora.

Su mayor acierto es construir una narración de constante tensión, que aprovecha el ambiente cerrado para crear una atmósfera claustrofóbica en la que es imposible no sentir el golpe emocional de la protagonista.

La actriz ofrece una interpretación maravillosa y es el peso en el que reluce toda la cinta. Y el sonido sobresale para introducirnos a su realidad: sonidos como los disparos, las moscas, o de la propia respiración de Farha, sin necesidad que veamos nada.

Además, el bien construido guión y una funcional fotografía hacen del visionado una experiencia valiosa, y también socialmente relevante. No menos importante es destacar el uso de ciertos simbolismos y detalles que hacen referencia al trauma de la Nakba y la resistencia palestina.

Este tipo de crímenes, por desgracia reales y olvidados por el mundo occidental, son en extremo violentos. Sería fácil caer en el morbo y el gore en películas que retratan estos eventos. Pero esto es PG-13. Por el tono que expone, en definitiva los adultos podrán sobrellevarla mejor. Al menos, en ciertos casos.

Minimalista y claustrofobia, ‘Farha’ es una cinta lo suficientemente sutil y bien construida como para ofrecer un vistazo cercano a la visceral violencia de las milicias sionistas durante la catástrofe palestina.

Contexto histórico y cancelación

Esta película puede verse sin conocer el contexto histórico de Palestina en 1948, pero para comprenderla mejor es preferible conocer con antelación las implicaciones de que Palestina estuviera bajo el control del Imperio Británico y la presencia de la cada vez más fortalecida entidad sionista gracias a tal nación y Estados Unidos.

Además, un pequeño personaje puede resultar confuso a primera vista, ya que puede dar la impresión de que los palestinos se traicionaron entre sí. No fue así.

Las milicias sionistas eran terroristas que desplazaron en base a segregación, masacres y robos a la población árabe-palestina mayoritaria en ese territorio. La fundación del estado de Israel se consiguió en parte gracias a una invisibilizada campaña del terror, en la que múltiples pueblos enteros —como en el que se desarrolla esta película—, fueron masacrados, incluyendo a mujeres e infantes.

Toda esta limpieza étnica es conocida como la Nakba, o la gran catástrofe palestina, en la que millones de personas perdieron todo y se convirtieron en refugiados en los países vecinos. Por las mismas fechas los israelíes celebran lo que han llamado “Declaración de Independencia de Israel”.

En cuanto la cinta fue estrenada recibió elogios en todo el mundo, aunque ha sido cancelada en Israel por políticos que la consideran “grosera y llena de mentiras”, así como de sionistas de a pie. La polémica estalló más por una escena en concreto, pero es mejor verlo que explicarlo.

Ya se cumplen cien días del primer genocidio transmitido en vivo...

Lo mejor: Excelente interpretación principal y excepcional sonido.
Lo peor: La narración a veces es pesada. Puntuación: 7,00/10.