Jean-Luc Godard fue cancelado hace cincuenta años por ser antisionista

"Los judíos hacen ahora a los árabes lo que los nazis hicieron a los judíos" dijo Godard.

Jean-Luc Godard fue cancelado hace cincuenta años por ser antisionista
Jean-Luc Godard en su juventud.

Todo empezó cuando Jean-Luc Godard y Jean-Pierre Gorin crearon el Grupo Dziga Vertov en 1969, un colectivo que buscaba realizar cine subversivo y progresista.

Ambos iniciaron tal proyecto motivados por los emblemáticos eventos de Mayo del 68.

El Grupo Dziga Vertov completó al menos cuatro películas de carácter vanguardista y experimental, fuertemente influenciado por las ideas cinematográficas y políticas del cineasta soviético homónimo.

Vertov fue uno de los más grandes cineastas soviéticos de la historia y su concepto del Cine-Ojo fue un antes y un después para la historia del cine global.

Godard no es para cualquiera: su filmografía tiene fama de pesada, pretenciosa e insoportable.

Yo entiendo esa opinión, pero no la comparto, a pesar que en realidad no me gusta demasiado su cine. Sea como fuere, es indiscutible que el francés fue un titán de la industria e influyente como pocos.

Pero este colectivo se disolvió en 1972 tras el deterioro del matrimonio de Godard, así como por una serie de accidentes y decepciones que desmotivaron al grupo.

Y aquí es donde empieza nuestra historia.

Una de estas decepciones fue una película inconclusa que pretendía defender la causa palestina, pero jamás logró completarse.

Se llamó “Hasta la victoria siempre” y fue producida por Fatah, la Liga Árabe y con la aprobación del líder de la OLP, Yasser Arafat.

En ella, Godard y compañía entrevistaron a civiles y milicianos palestinos en campos de refugiados del Líbano y Jordania.

Pese a que el propio Arafat quería un largometraje de burda propaganda, Jean-Luc Godard insistió en crear una narración menos extrema (y más sutil) que "ayudase al mundo a comprender los motivos de la causa palestina”.

El atroz hecho que obstaculizó finalizar el metraje es que… Casi todos quienes aparecieron en el metraje fueron asesinados.

Sí, en las infames masacres y expulsiones de palestinos durante lo que se conoce como Septiembre Negro.

Al año siguiente Godard quiso volver a las entrevistas grabadas, aprovechando el metraje para grabar una nueva película/documental en la que, básicamente, se criticaba a sí mismo y debatía sobre el poder del cine.

Al no saber nada de árabe, apenas ahí fue que descubrió para su sorpresa que muchos palestinos se quejaron de Arafat y otros líderes, ya que la resistencia palestina estaba pobremente armada en comparación a las fuerzas israelíes y sus aliados, quienes presumían armamento de última generación y un entrenamiento excepcional.

Es más: varios se mostraron irritados ante la aparente ceguera o fanatismo de sus líderes, quienes actuaban como si fuese una guerra entre iguales cuando en realidad estaban potenciando misiones suicidas e imposibles.

En resumen: era un bando luchando con piedras mientras que el otro podría lanzar una bomba nuclear si quisiera.

Al final, Godard completó su documental por su cuenta y ya no como un trabajo hecho en nombre del colectivo Dziga Vertov. Lo hizo en 1974 y lo estrenó en 1976 con el título Ici et ailleurs (Aquí y en otros lugares).

Y fue ahí cuando le llovieron fuertes acusaciones de “antisemitismo” al cineasta francés, pues afirmó que:



Los judíos hacen ahora a los árabes lo que los nazis hicieron a los judíos.

Más en concreto, los sionistas contra los palestinos, Godard.

Pero en fin.