Saint Bernand (2013, Gabe Bartalos): locura sólo para amantes de la serie B
Película de comedia absurda y gore dirigida por Gabe Bartalos. Con Warwick Davis, Katy Sullivan y Jay Dugre. Puntuación: 6.5/10.
Reparto: Warwick Davis, Jay Dugre, Peter Iasillo Jr., Bob Zmuda, Katy Sullivan, Jack Doroshow, George Clayton Johnson, Albert Strietmann.
Género: Comedia de terror surrealista
Disponible en: Bajo demanda. Ficha completa aquí.
Un director de orquesta se sumerge en la más profunda locura.
Esta película está dirigida, producida, escrita (y también participa en el trabajo de efectos especiales prácticos y visuales, y la dirección de fotografía) por Gabriel 'Gabe' Bartalos, un reconocido especialista en maquillaje y efectos especiales. Quizá de los mejores de su área. Relanzada a mediados del 2019, 'Saint Bernard' se trata de una película de muy reducido bajo presupuesto hecha en el 2013 entre Estados Unidos y Francia.
Conociendo el pasado de Bartalos haciendo efectos prácticos en películas gore de comedia negra del director Frank Henenlotter (Brain Damage, Frankenhooker) u otras perlas de la serie B de culto como 'The Texas Chainsaw Massacre II' o 'Jason Lives', se entiende de dónde vino la inspiración para el humor negro e imaginación retorcida que vislumbra el segundo film del maquillista. El diminuto reparto se compone por caras desconocidas, salvo por Warwick Davis (que aparece brevemente) y Katy Sullivan, una actriz y atleta estadounidense. Frankenhooker también hace un cameo.
¿De qué va?
La historia trata sobre un director de orquesta llamado Bernand que está perdiendo la cabeza. Sí, eso es todo. La trama es nula, y es más bien como una sucesión de pesadillas e imágenes dignas de un videoclip abstracto. Veremos al protagonista Bernand, interpretado por Jason Dugre, de escena en escena interactuando con lugares siniestros y personajes raros al azar que no se explica qué hacen ahí. Todo sin que haya más conexión que la caída en la locura de Bernand, que parece vivir una pesadilla de la que nosotros somos sus espectadores.
Se da a entender que Bernand tiene alguna especie de trauma o enfermedad mental, peculiaridad que se simboliza al inicio de sus aventuras, cuando este decide estar acompañado con la cabeza sangrienta de un perro —de la raza Saint Bernard— que encontró en medio de una carretera.
Y a partir de ahí tal cabeza será como un Dios para él. Pero lo que viene no es NADA comparado con eso. De todas maneras, no será una sorpresa porque antes de tal escena ya suceden cosas raras. Muy raras. Ya que apenas inicia la película vemos a un pollo sin cabeza listo para ser un paracaidista. Más tarde veremos que hay otros más, pero no voy a dar spoilers.
Cualquiera se pregunta: ¿Bartalos estaba drogado cuando escribió el guión? Es probable, nunca lo sabremos. De lo que no hay duda es que esta se trata de una rara obra de terror fantástico y surrealista; incluso, puedo decir que es surrealismo del más absurdo antes que cualquier otra cosa. Puro sinsentido en un buen sentido.
Las actuaciones son meh, la fotografía igual. El punto fuerte de 'Saint Bernard' es que su narrativa es mayoritariamente visual debido a sus efectos especiales, sus encuadres y sus escenas delirantes. Los diálogos son pocos, escasos y simples, y no ayudan mucho a entender qué coño está pasando. ¡Y tampoco importa!
Todo esto que puede verse como una enorme cagada, puede ser oro para otros. No es para todos los públicos, es para uno muy reducido y específico. Si no entras ahí, es bastante probable que la experiencia no te agrade en absoluto.
Eres su público…
Si disfrutas de películas muy surrealistas, con grotescos efectos especiales prácticos (y algunos por CGI) de una mezcla entre Frank Henenlotter, David Cronenberg o Lynch, puede que esto sea lo tuyo. Hay sexo público con mucha ropa puesta, pollos paracaidistas, una estación de policías alcohólicos y deformes y venezolanos peludos. Como ver un mal viaje pero sin sufrir un mal viaje. Dejando de lado también a unos cuantos errores técnicos evitables y la pobreza medio involuntaria y adrede del guión es una buena película. Incluso tiene un momento musical al ritmo de The Damned. En pocas palabras: Una total joya desastrosa.
Lo mejor: ¿Hay guión? Quién sabe. Pero buenos efectos prácticos y agradable música, sí que hay.
Lo peor: Quizá todo. Insisto, esto es sólo para el fandom de las rarezas del terror clase Z.
Puntuación: 6.5/10.